A veces, el ritmo de la vida corre demasiado deprisa. A veces, su velocidad nos impide responder a las preguntas que se formulan en nuestro interior. A veces, es necesario detenernos un momento para respirar, absorber todo en el entorno y respondernos. Son esos momentos cuando conectamos con nuestro interior y seleccionamos los detalles de lo que nos rodea para unirlos como un mapa de nuestra existencia. Ese proceso se vive como si fuera un paréntesis en nuestros días, necesario para regalarnos un instante vital para vivir con plenitud.
Este libro de Paulina Miller es un acompañamiento para los paréntesis de nuestros días. En él, la autora vació por escrito una serie de reflexiones inspiradoras, sus momentos de contemplación, de goce, y agradecimiento, de reconocimiento de su entorno.
Paulina es nutrióloga y definió cuatro ingredientes esenciales para «vivir cada momento con plenitud y brindar a tu vida una nutrición integral: gratitud, compasión, la práctica de comer con atención (mindful eating) y cultivar atención plena (mindfulness)». De ahí parten las reflexiones de la autora que leerás en estas páginas y que te tomarán un minuto cada una. Sin embargo, hay un valor añadido, pues la idea es ir un poco más allá de la lectura. Para ella, sus momentos de escritura han sido formas de encontrarse a ella misma todos los días y por eso te invita a reflexionar también y a escribir y describir lo que sientes junto a cada reflexión. Es un doble ejercicio que te nutrirá por dentro y por fuera.
Cada pensamiento, cada paréntesis de lectura y escritura son maneras de alimentar y nutrir el cuerpo y el alma para, como dice, vivir con plenitud.
Me ayudo a ver con una perspectiva diferente la relación con la comida, a escuchar a mi cuerpo y a mi estómago y sobre todo a no juzgarme, no ser dura conmigo misma y aprender a ser flexible.
Nataly I.
Me ayudó a identificar la importancia de estar en contacto conmigo misma, de brindarme un momento para mi cada día y a poder ser más consciente al momento de comer , tener la capacidad de tomarme 5 minutos antes de hacerlo e identificar qué tanta hambre tengo.
Marissa
me ayudó muchísimo a prestar atención a mis sensaciones de hambre, mis emociones y a conocerme en general para saber lo que necesita mi cuerpo en el momento. A mejorar mi relación con la comida y más en estas épocas que catalogamos como "de mucha comedera".
Paulina G.
me ayudado a librarme de la culpa de comer, entendiendo que no hay alimentos buenos ni malos; me ha inspirado a estar presente y a comer despacio y con atención plena.
Alfa
me ayudó sobretodo a entender que puedo disfrutar el sabor de un alimento, sin prisa y respetando la cantidad que para mi cuerpo sea suficiente.
Alejandra
me ayudó a prestar más atención al momento de comer, darme el tiempo para hacerlo y disfrutar. Por mucho tiempo he puesto mi atención en los alimentos catalogando como buenos y malos.